UNA GALLINITA GLAMOROSA

 

Mi querido hijo menor recibió el primer portazo social a su creatividad.
Obviamente pasó en aquel lugar especialmente preparado para nuestro primer acceso directo a la mentalidad del sistema: la escuela.

Ya hace 2 años de esto, pero el corazón lo guarda todo.

Clase de literatura. Quinto grado de primaria. El grupo chequea “riqueza en el lenguaje escrito” a través del uso de nuevas palabras. Me toca ver en las hojas de trabajo de mi hijo ejemplos de palabras rimbombantes.. I mientras suspiro i me pregunto si aquí en Inglaterra realmente se creen que el milagro de Shakespeare (si es que de verdad existió..!) es algo que se puede repetir con recetas, observé a mi hijito de 9 años dando todo de sí para lograr lo que les habían asignado: usar “riqueza” de lenguaje...

Una tarde salió de la escuela con una carita de tristeza. Me contó que se había “equivocado” en su deber. Estaban probando escribir cuentos con personajes de animales i en el suyo había una “gallinita glamorosa”. Glamorosa.. una nueva i excitante palabra para él! Me siguió contando: “Pues, la profesora me dijo que estaba mal. Una gallina no puede ser 'glamorosa', mamá” dijo, con una decepción mui grande.

Se me vino la imagen de la volcán Tungurahua i sus estallidos en los noventas. Llena de fuego por dentro, ella sólo quería una cosa..........

“Una gallina puede ser cualquier cosa, hijo” le dije. “Es un cuento. TU cuento”. Pero el mal sabor ya estaba en su corazón i yo no podría sacárselo así nomas.
Me tocó hacer cita con Cruela. 

 

Una vez ahí, ella me dijo: “Él es un excelente estudiante, pero tiene que aprender a usar su vocabulario”. I con una sonrisa, que solo le regó agua a mi electricidad, siguió: “Cómo puede pensar que una gallina puede ser glamorosa? No, pues. Es que eso no tiene sentido. Él puede usar su creatividad, pero con los adjetivos correctos”.

Sentí que Lennon se revolcaba en su tumba...

Respirando a la manera más “inglesa” que pude, para generar alguna clase de comunicación desde mi lado del universo, le respondí: “Perdón, no estoi segura a qué clase de literatura se refiere usted? Imagino que está al tanto de las libertades que un 'escritor' se puede tomar? En la poesía, los cuentos, las novelas o incluso en canciones? Cree usted que ellos tenían una “lista de adjetivos”? Ha oído hablar del surrealismo? Sabe que la mayoría de la literatura moderna está influenciada por esa visión? En ese estilo (i en la imaginación de un niño) una gallina puede ser glamorosa, gigante, vestir de seda, hablar, corromper al congreso. Esos son los tipos de cuentos que nuestros hijos leen.” I así, mientras hablaba, yo veía desfilar delante de mi los libros, los poemarios, las/los autores que me inspiraron... a vivir! Exupery, Vallejo, Darío, los Beatles, Bach, Khalil Gibrán, Silvio. Todos. Estaban todos. I todos conocían la maravillosa realidad de las miles i miles de gallinitas glamorosas que, obviamente, circulan por el universo!

La profesora empezó a sudar nerviosa, pero sonreía como le habían enseñado. La escuché defender sus muros. “Curriculum” era el escudo para justificar su miedo a la libertad.

Chequeé a mi hijito. Sentí que en él renacía una expresión de dignidad; que, de alguna manera, para él, la justicia se había dado.

“Mire..” le dije, en un honesto esfuerzo de no abrumarla más: “no quiero ser irrespetuosa de sus técnicas, o de lo que usted cree que debe enseñar.. pero mi hijo es un niño de 9 años! Obviamente está tratando de explorar su creatividad i yo quiero que ese proceso sea respetado. Como debe ser respetado en cada niño.” La profesora se rindió: “Por supuesto. Lo siento si él se sintió mal. Es un excelente estudiante!”

Aún con rezagos de tensión en el aire, le agradecí, nos levantamos i la dejamos en paz con sus escudos. 

Ya de regreso en casa, empecé a preparar la cena. Como de costumbre, puse algo en el toca cds. No recuerdo quién era, pero sé que una parte de mi le agradecía profundamente. I a todos i todas aquell@s que saltaron los muros i se entregaron a crear, con todas las dificultades que eso significa. Lo que nos han regalado no es solo belleza en su música, sus cuentos o sus imágenes. Nos regalaron nuevos prismas... 

En el universo mágico de la creatividad, los ojos del artista no son mas sus ojos. Cómo podrían? Son ventanas que deben abrirse. I hai que salir a explorar.
I en el camino seguro estarán Alicia en el país, la Lucy con sus diamantes, la lavandera de venas otilinas, el Principito, Juan Salvador.. i alguna que otra gallinita con mucho, mucho glamour.

I quién sabe si pondrá huevos o los recogerá del cielo. No importa. Allí ella es quien le toca ser. Libre...
Como debe ser la creatividad de cualquier niño de nueve años, en cualquier parte del mundo.