LA MAGIA DEL ODÍN
5 décadas encantadas
Cuando
la magia del Odín Teatret llegó a mi vida, tenía yo 21 años. Era
una época en la que el riguroso entrenamiento que había recibido, ya no me bastaba. La
visión de Stanislavsky i Grotovsky, después de enseñarme un
océano de cosas, estaban llevándome a momentos de catarsis
personal, donde las puertas del inconsciente se abrían i
cerraban, mostrándome pasajes hondos, pero dejándome perdida en
preguntas. Cuáles eran el sentido, el origen, el uso, de una memoria que
se despertaba en mi cuerpo de manera tan intensa?
Eran
preguntas que venían del corazón i desde allí debían ser
saciadas.
Por
eso, a mis 21 años, decidí que no iba a hacer más teatro (!) Que
prefería dedicarme solo a la música, en lugar de seguir lidiando
con tantos extraños laberintos emocionales para alcanzar un
personaje.
Ese
mismo año, un buen amigo (de esos compadres hippies que
misteriosamente aparecen para salvarnos) me invitó a una
presentación de los “Chekendengue”, un grupo uruguayo en tour,
entrenados con el Odín Teatret. “Tienes
que verlos. Son increíbles!” me dijo.
En el patio de un centro comunal del sur de Guayaquil, conocí el
teatro de los Chekendengue. El flechazo fue automático. Como
estar cerrando una puerta para salir i darte cuenta que dejaste
olvidado lo más importante del otro lado: “Perdón. Me equivoqué. Tengo que
volver a entrar!”
Cuatro personajes místicos i cotidianos, con libretos surrealistas pero que golpeaban con total lógica en mi pecho, me enamoraron. Era locura i realidad. Oscuridad i luz. Magia.
Cuatro personajes místicos i cotidianos, con libretos surrealistas pero que golpeaban con total lógica en mi pecho, me enamoraron. Era locura i realidad. Oscuridad i luz. Magia.
I así
fue como me embarqué en la exploración de la Antropología Teatral.
Empecé
mi entrenamiento con los Cheke, para después unirme al grupo en su
tour por el Ecuador. I aunque nunca conocí personalmente a los
Odín... nunca más tuve laberintos sin resolver. Nunca
más.
La
Antropología Teatral ha acuñado
las bases
para un aprendizaje constante e infinito, para cualquier teatrera o
teatrero que busque reconectarse con las raíces de su arte. Adentro
i afuera. Es un viaje de colaboración i de soledad; de esfuerzo i
disfrute de lo colectivo, i de búsqueda íntima e independiente. Del inconsciente que nos une i aquel que nos separa.
A sus
50 años, el grupo formado por Eugenio Barba, celebra de la mejor
manera que un artista podría celebrar: compartiendo su arte. En una
emisión única, en vivo desde su hogar i compartido por internet,
nos ha regalado "Clear Enigma", una obra que recorre gran parte de su trabajo de
cinco décadas. En ese estilo frontal i sin tapujos que el grupo
tiene, de admitir los enlaces entre teatro i ritual. Sus cuerpos,
envejecidos por medio siglo de jornadas poderosas, siguen vibrando;
reviviendo los cantos del subconsciente, los dolores históricos, la
crítica social i el humor. Una pieza probablemente difícil de
entender para aquellos que no han seguido antes las aguas del Odín.
Para
mi, fue un momento de paz i re-conexión. Reviví un sentimiento de
profundas gracias hacia esas abuelas i abuelos místicos i rebeldes.
Sin dejar que las críticas de su época los detuvieran, abrieron el
camino para el resto de nosotros. Porque necesitábamos algo más.
Porque siempre lo necesitamos. Algo que calme i en-rumbe la memoria
de nuestros cuerpos, de nuestras mentes. I esa sed de crear desde un
lugar más honesto.
Mientras
veía el programa entero - que incluye bendiciones ceremoniales de
una tradición de la India- fue tan fácil sentirme parte de ello.
Tan natural. Como estar en casa. Como ver a la familia..
Como
entender que estos hermosos juglares son parte de una comunidad
mundial, que no tiene fronteras, ni pretensiones, sino otra cosa en
común: recordar la vida que somos i honrarla.
El
“tercer teatro” para mi, es eso. El seguir buscando formas de
relacionarnos con esa oscuridad, con esa luz, ese misterio que somos,
pero de una manera sincera, mágica, comprometida.
(Esa debe ser la razón por la que aún se murmura por ahí... 'el teatro es
eminentemente revolucionario'..)
Aquello
que nos inspira, nos guía, nos llama, cuando hacemos arte, no es
algo que críticos o académicos, aferrados a sus códigos, necesariamente
puedan percibir o reconocer.
En
palabras de la filosofía Zen ¿cómo
puedes recibir, si tu copa ya está llena?
El
arte del alma se crea i se disfruta con el corazón abierto.
Ese es
el arte del Odín Teatret.
Gracias
por esos 50 años de magia que tanto necesitábamos.
Hoi i
siempre: BUEN VIAJE!
Anairda.
El show CLEAR ENIGMA puede ser visto en "Livestream"
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