Tuesday 27 March 2018

EL SUEÑO, LA FANTASÍA y EL ESPACIO PARA NOTAR LA DIFERENCIA


En nuestra creatividad brilla la verdad que no encadena.

Primavera llegó y las propagandas citadinas hablan de flores y festejo, pero te invitan a comprar las que estan impresas en bolsos y camisetas.

Las flores verdaderas son mas tímidas que eso - especialmente en estos días donde todos dudamos en qué estación estamos! Las flores de verdad no se amontonan frente a nuestra cara, ni gastan electricidad para llamar nuestra atención. Pero para recibir su belleza, hay que regresar a verlas...

Y me he quedado pensando cómo las cosas que más nos vigorizan son simples y gratis, pero requieren nuestra atención.

Mis hijos son adolescentes ya y el juego de las “cajitas” empezó. Ese en el que los cuentos de infancia de “sé noble y sigue tus sueños”, son mofados, para adentrarnos en una pequeña “aclaración”: (en mi mente teatrera sale la voz de un oscuro maestro de ceremonias del sistema, a explicar) “Bueno, mira, en realidad la cosa es así: aquí estan la cajitas para “ser”; escógete una (o la escogemos por ti, no hay problema!) Estudia, sácate un cartoncito (el que sea, mija, el que sea); despues trabajas (léase 'comercialmente activa/o') te casas, te reproduces, te envejeces y cuando llegues a una edad que consideramos 'avanzada', pues ahí ya puedes morirte - y mejor si para entonces nos muestras una mezcla de sabiduría con pedacitos de amargura. Está?”

Y éso es lo que nos venden como “realidad”. Un juego de cajitas.
Y lo que se supone debemos seguir pasando ..a nuestro hijos?
¿En serio?

(Pausa larga. Se requiere un trago..)

Pues, mira.. Pasa que uno ya descubrió las flores... 
 
De todas esas cajitas para “ser” (sexualidad, actitud, etc) la de la profesión es una de las que más llama mi atención. Tal vez por que es con la que más nos pueden estafar?

El maestro de ceremonias continúa: “Ahorita, en la flor de tu adolescencia - cuando sabemos que tu cerebro busca respuestas y tus hormonas satisfacción - tu, enfócate en lo de afuera.”
Apenas empezando a descubrir quiénes somos, nos empujan al escenario, a representar el personaje más conveniente - o el que alcancemos a agarrar de entre las cajitas - para “sobrevivir”.
¿Y lo de adentro? ¿Y lo que soy? ¿Y qué soy?! ¿No importa?
“¡Pero nooo! ¡Eso se ve despues! Ve, trabaja, y alimenta lo que se ve y se toca. La Gran Máquina no espera ¿No viste? Tiene ya construído un mundo de fantasía para todos nosotrxs, donde nos enchufan glamour, prestigio, clase, “éxito” por donde mejor nos quepa. Una super identidad. Para... para qué era?.. ah, si! La Gran Máquina. Que, por supuesto, no tiene ninguna obligación de retribuirnos con sensaciones de felicidad y plenitud, porque.. ella no necesita nada de eso. Es máquina.”

Pero bueno, basta de parangones.
Volviendo a la realidad..
¿Cuál es la realidad?
Cuesta explicarlo cuando has vivido casi toda tu vida “enchufado”, como combustible para un sistema que no te regresa a ver; un sistema que no necesita sostenerte, porque se asegura de fabricar nuevas pilas cada a
ño. A ese nivel retar nuestros esquemas sería retar el sentido que ha tenido nuestra vida. Puede ser demasiado, cierto?
¿O no?

Ya sé. A este punto, empiezo a sonar a la pelicula “Matrix”.. si?
No. La película Matrix parangonea al sistema (Si bien de una manera más poética)

Mi medida de la realidad es esta: ¿cuándo te sientes realmente viva, vivo?
Esa es la realidad.
O ahí empieza.

Necesidades: ¿techo y comida? Y, si.
Pasado eso, ¿qué sigue? ¿Qué es lo siguiente que te hace sentir viva / vivo?
¿Glamour? ¿Títulos? ¿Uniformes?¿Alcohol?

Esto es lo que digo: pasado eso.. solo vivimos, vibramos, cuando algo se nos mueve adentro.
Es como una brújula.
Nos indica hacia lo que hay que poner atención.
Lo que vale la pena.
Lo que es real.

Respira.
Chequea.
¿Cómo estas?

Desde aquí empieza la cosa.
Desde aquí se puede construir.
Esto es real.
.....

¿Y, dónde encaja nuestra creatividad en todo esto?

Adentro. Nos lleva adentro, y nos ayuda a salir tambien. Para compartir. Para formar nuestra realidad. La que merecemos.
Nuestra creatividad abre espacio afuera para sacar lo que hay que sacar; compartir nuestras historias, cuestionar las cajas, moverlas y abrir más espacios; reconstruir; para nosotros, para los demás. Para darnos cuenta que vale la pena estar atentos a que si lo que nos pagan para llenar el refrigerador, nos está dejando vacíos adentro.

Equinoccio de primavera, ¡Ven! ¡Cántanos sobre el balance!
Sobre lo que vemos y tocamos, tanto afuera como adentro.

Con canciones y poemas, imágenes y danzas, que nos ayuden a salir. 
A ser reales.

En nuestra creatividad brilla la verdad que no encadena. 

A. 








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